TIEMPO DE NAVIDAD

             
 Una selección de recuerdos de Carmen Molina Quiles.
          


         Yo tenía unos siete añillos. Era el año cuarentaytantos y vivía en Granada. En la Cuesta de la Caba por más señas. En toíco el centro del Albaicín. El día de nochebuena, con una buena lumbre en el centro del patio nos juntábamos los vecinos. con aguardiente (le decían “ Matarratas”) o vino blanco y con algún mantecaíllo o que otro...que no había mucho....Cantábamos con panderetas, (que hacíamos nosotros...con platillos de las gaseosas aplastados y puestos con un clavo en un palo) y con tapaderas de olla , os simplemente rascando la caña de la escoba contra la puerta y al fondo , siempre, el sonido de la botella de anís .rin ran rin, rin ran rin ...dándole con un palillo... villancico va, villancico viene. Luego íbamos de casa en casa cantando el aguinaldo ...unos nos invitaban, otos nos ofrecían lo que buenamente tenían en las casas...unos caramelillos, yo qué sé ( en aquellos tiempos no había peladillas, que yo sepa ,y de turrón nada de nada).

                 Las calles no tenían adorno ninguno pero en casi ninguna casa faltaba el portalito o el nacimiento. El que yo hacía tenía su montaña de tierra, su musgo, su acequia de agua con luna de añicos de espejo. Las figuritas estaban todo el año bien guardadas en su papel de periódico, o de estraza, dentro de un cajeta. Lo más curioso  es que los santicos los hacía yo, con barro santo (así lo llamábamos) traído de la abuelilla de allí arriba del Albaicín, de la fábrica de Fajalauza. Las diversas figuras del belén las hacíamos mi hermano José, que ahora está en la Argentina, ya ves, y otro niño que se llamaba Luis. Las secábamos al sol y luego las pintábamos y, para que veas que con imaginación se llega a todas partes, utilizábamos, en vez de pintura, especias, añil y tinta china...todo rebajaíco con agua y como pinceles plumas de los pollos. Ya ves qué gracioso esas cosas contadas ahora...Pero entonces ero lo que había y punto.

             Para fin de año nos vestíamos como de carnaval, pero nunca con la cara tapada, ¡Que el le gobierno lo prohibía! Los disfraces hechos de cortinas, sabanas y ropa vieja ...Entonces nos lanzábamos a la calle y, a las doce, esa historia de las uvas....nada de nada, porque claro ni tele ni gaitas..Así que todo lo arreglábamos cantando y bailando..y¡ muy bien que lo pasábamos!. Con nuestra voces o con la musiquilla de la radio iba que chuta.

                   Con catorce añillos ya me vine para Armilla...y seguíamos en las mismas: Poco dinerito, calles oscuras y con charcos y más de ese aguardiente tan fuerte que nos daba un dolor de tripas que no veas acompañado de algún rosquillo hecho por las mujeres. Me acuerdo que todo era más bien gris pero  la alegría de la gente, de la chiquillería y de los mayores llenaba todo de luz y color....... La misa del gallo era otra historia. A las doce en punto..a la iglesia de San Miguel. Con zambombas y panderetas. Luego cada uno a su casa. Cada mochuelo a su olivo.


          Lo de los reyes magos era otra historia.Imagínate con la penuria que había entonces...Recuerdo que mi hermano chico ( el José, el de la Argentina, el de antes,) se empeñó en una pelota así que a mí no se me ocurrió otra cosa que coger un montón de calcetines, meterlos unos dentro de otros, coserlos y...¡Pelota que te crió!!..Loco de contento el chiquillo pero yo,  lo que es yo, me gané una buena tunda...¡Mi madre me iba a matar!

    Mi regalo me lo apañaba yo misma
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      Otro hermano mi Alfonso ,que vive aquí en Armilla, me enseño a hacer muñecos de trapo con sábanas viejas. Las rellanábamos de borra de esa de los colchones. Las fabricábamos ...con sus manos, sus pies..y el pelo de lana bien cosido a la cabeza. Luego al balcón y a recoger la muñeca al día siguiente con toa la ilusión del mundo...y ¡¡ dándole le gracias al Baltasar y todo!!! 

      Mucho ,mucho más podría contar. Las cosas hoy, gracias a Dios, han cambiado. Los críos ahora tiene de todo y no te creas que yo eso lo veo tan bien...porque a veces no se deben consentir todos los caprichos, creo yo, vamos. Aunque no creas..todavía hay mucha gente y niños y de todo en el mundo que ni reyes, ni Navidad, ni dulces..ni naíca de ná ....Que para una gotica de agua hay que andar kilómetros y kilómetros... a la busca de un pozo esmirriao con una  aguichi triste color tierra....¡¡¡Cosas de la vida ! 


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