Una crónica de Salvador Cantos López aparecida en la página de Facebook “Armilla, recuerdos de mi pueblo”.

Es los años 40, 50, y 60 Armilla era sobrevolada por tres tipos de aviones: Las avionetas de dos alas iguales llamadas “Buker” que luego sirvieron para los cursos de pilotos, de todos los cuerpos del ejército. Los “Yunker”, aviones trimotores, que le llamábamos “las pavas”,muy lentos pero seguros, eran de fabricación alemana y hicieron la guerra mundial. También volaban otros trimotores llamados, los “Saboyas”, algo mar rápidos y ruidosos, que causaron muchas muertes, pues se estrellaron varios. Cuando traían los restos del fuselaje los tiraban en un pozo de haber extraído arena que había frente a lo que los de Armilla llamamos “el cortijillo” (Este lugar hoy se encontraría dentro de las tapias que bordean la base aérea).

Los niños entonces buscábamos la chatarra que consistía en trozos aluminio y sobretodo puntillas de acero que recogíamos con imanes para venderlos en las chatarrerías. En el pueblo había dos. Una estaba situada al final de la primera transversal de la calle Granada a la izquierda. . No recuerdo cómo se llamaba el dueño, pero recuerdo que tenía dos hijas. En los llamados entonces “charcones” había otra ferretería. Era de Antonio "Ojos lindos", hermano de Diego el barbero y del torero Armillita. Este negocio, anteriormente, fue de su suegro. Yo, en concreto, el dinero obtenido en la búsqueda lo empleaba en el cine de verano que había detrás de les tres cruces y de un pozo que había que lo utilizaban los Calviva como huerto de hortalizas.

Precisamente el cine era propiedad de un mecánico empleado de la base, y le llamábamos “El Cine del Calvo”. Luego en lugar de los “Saboyas” que eran de fabricación italiana, llegaron los “ Hgeinker”, bimotores alemanes, bombarderos ligeros que los de la base le llamaban popularmente ”Los Pedros”, rápidos y con el morro transparente y una torreta acristalada en lo alto. Yo los conocí con todo su armamento, en la torreta de encima llevaban dos ametralladoras, una hacia adelante, y otra hacia atrás y otras de más potencia en el morro delantero.

Normalmente la tripulación era de cinco miembros. Estos aviones eran más seguros y estuvieron en Armilla hasta bien entrado los 70. También hubo otro tipo de avionetas de una sola ala que vinieron cuando la base comenzó como escuela, estos aparatos eran de fabricación española y se les llamaba “los Tigre” y alternaron con las “Buker” de dos alas. No eran muy manejables ni seguros y duraron poco. Referente al personal civil que trabajan en la base en distintos oficios se encontraban bastantes armilleros y también algunas armilleras.

De los empleados más antiguos recuerdo cómo carpinteros a Frasquito Álvarez el Chacho y a su hijo Miguel, casado con Encarnita la hija del Nene Lupión, que también fue empleado de la base, como herrero estaba Agustín Moreno, padre de Rafalina y Paco y mi Padre Antonio Cantos que era electricista, de conductores también había, el padre de los Chinchilla, y el padre de Merceditas la de la mercería de la calle Granada, Paco Azpeitia, y como limpiadoras un montón, como Concepción la Bombera Madre del recordado Patiti y Manolo que en vida estuvo casado con Rosarito la Mona,( pongo los motes porque así nos entendemos mejor). Rosario la Caba, y mi tía Encarnación la Monja. Bueno y muchos más que se me pasarán pues yo creo que todos descansan en el Camino Bajo. Mi hermana Mari Cantos, que en este grupo publique la fotografía, voló en la avioneta “Buker”, después yo volé por primera vez en un “Hgeinquer” con mi padre, con Pedro el cocinero y con Miguel Egea electricista compañero de mi padre. También en la misma avioneta volé desde Armilla a Benamejí con don Luis Díaz de Rivera, coronel jefe de la base como piloto, a un cortijo que tenía allí, a hacer una reparación a las prensas de un molino de aceite que había en el cortijo. La pista de aterrizaje la tenía en la Roda de Andalucía. Recuerdo que el cortijo era tan grande que tenía tierras en tres provincias andaluzas.

Por cierto me sucedió un percance, como para subir a la cabina hay que hacerlo por el ala de abajo, puse el pié fuera de la cantonera que hay reforzada para ello y se me metió la pierna en el ala y tuvimos que coger otra, con el enfado de don Luis, que con la voz templada que tenía me dijo: “Pero hombre por Dios ¿Cómo ha estado usted?”. Mujeres de Armilla trabajaban cosiendo las lonas con lo que están hechas esas avionetas. Una era la esposa de Agustín Moreno y otra Encarna Fernández, hermana de la madre de los “Azpeitias” y mujer de Pepe Ríos cuñada de Frasquito el Chacho. Como veréis el pueblo era tan recogido que casi todas las familias estaban relacionadas.

Bueno no os canso más, que ya me he enrollado bastante u estaréis diciendo, ¡Vaya un viejo cansino!

Saludos a todos.