El Discóbolo.

Una crónica de José María Sánchez Osuna publicada en su blog http://jomasaos.blogspot.com.es.




El Discóbolo.
A finales de los años sesenta toda España se encontraba envuelta en una especie de transformación industrial. Afortunadamente habían comenzado a quedar en el recuerdo los años de penurias y hambre frutos de la Guerra Civil. Era el momento en que las mediana y pequeña empresa surgían de la nada con una fuerza exorbitante, los empresarios que tomaron la iniciativa no estaban muy cualificados, no habían tenido la oportunidad, ni los medios para instruirse. Aunque ello es suplido por una fuerte voluntad y un afán de instruirse encomiable.

Armilla debido a la buena situación en que se encontraba en relación con Granada capital, era una de las poblaciones con mayor proyección en ese futuro. Y surgen en ella los elementos indicados para la creación de un sinnúmero de pequeñas industrias. Entre los industriales que más impulsaron la creatividad y la industria, se hallaba Alberto Rodríguez.

Alberto Rodríguez, el Discóbolo de Armilla y el final de los años sesenta se encuentran muy interrelacionados. Pues la escultura es el fruto de una época, en la que Alberto siente la fuerza de su propia madurez empresarial y humana. El Discóbolo de Armilla es el reflejo de todo el proceso que el creador posee.

La obra no pretende ser una imitación del conocido Discóbolo de Mirón, sino el homenaje al afán de la laboriosidad de un pueblo.

Para analizarla deberemos fraccionarla en tres segmentos definidos: el arado, la rueda dentada y la figura humana. Todas ellos forman un conjunto del que podemos deducir el talante agrícola, industrial y deportivo de Armilla.

El arado encarna a la Armilla agrícola de todos los tiempos, es un arado primitivo, de la era romana, vestigio de una civilización de dos mil años de antigüedad que ya labraba los mismos campos que en la actualidad cultivan los armillenses. La rueda dentada, símbolo de un futuro que es la realidad de la Armilla que todos conocemos y que es lanzada por un deportista al vacío del porvenir. Por último, la representación del propio atleta, complemento del trabajo de la humanidad en la civilización actual.

Estas tres alegorías sintetizan el eslogan por el que es conocida en la actualidad este pueblo: Armilla industrial, agrícola y deportiva.

DE CUANDO SE INAUGURÓ EL NEVADA.

    El 22 de noviembre de 2016 fue inaugurado el esperado CENTRO COMERCIAL NEVADA .
      Este centro comercial, uno de los más grandes de España y ubicado en nuestro municipio. fue una realidad tras catorce años de obras, paralizadas por litigios y polémicas.

ARMILLA VISTA POR LOS OJOS DE UN NIÑO.



La sencilla y particular visión de nuestro municipio a través de los ojos de un niño armillero de 10 años de edad . 

El INEM, Correos y el Juzgado.

Una crónica de José María Sánchez Osuna publicada en su blog http://jomasaos.blogspot.com.es.




El INEM, Correos y el Juzgado.
En uno de los lugares más bellos de Armilla, la Plaza de la Constitución, se construyó a mediados de los años ochenta uno de los edificios más exquisitos del pueblo. En él se iba a dar cabida a tres de los estamentos más preponderantes que la administración detenta: Correos, el INEM y el Juzgado.

Las formas del inmueble son limpias, claras y rectilíneas, imitando a las antiguas casas palaciegas andaluzas. Aunque, si atravesamos cada una de las cuatro bellas puertas de pino de oregón que posee, podremos observar las diferencias existentes. Las dependencias, completamente autónomas unas de las otras, disfrutan de unos medios avanzados para la mayor comodidad de funcionarios y empleados, lo que facilita el trabajo y la atención que el público precisa.

Volviendo de nuevo a la Plaza, recorreremos lentamente los aledaños de la fachada. La observaremos con atención, fijándonos en la simetría de sus ventanales, la blancura de la portada, y sobre todo en el juego que proporciona al entorno. Por último nos fijaremos en las dos torretas extremas, de apariencia similar a la que hay en la Casa de la Cultura. Si tenemos la oportunidad de poder subir a la situada en el edificio de Correos, divisaremos con todo detalle en la lejanía Granada y Sierra Nevada en el fondo de un horizonte muy característico para los armillenses, pero sin igual en el resto del mundo.

EL LINO ( I)

                                                                                    Por Pepe Morenilla
                                     
               
                         El Lino es un producto agrícola que a mediados siglo XX tenía  gran importancia
      en la economía de Armilla. Creaba mucha mano de obra al pueblo, pero aparecieron otros productos más baratos y el lino pasó a tercer plano. Armilla sufrió un bajón en su economía, aunque no tardó en recuperarse con otros productos agrícolas  y pequeña industria. Hubo  una época en la que casi todos los obreros del pueblo trabajaban en el lino pues eran muchas  las faenas que había que hacerle al mismo hasta dejar la fibra limpia. El proceso del tratamiento del lino era el siguiente:


     
 1º)  El Lino se sembraba entre los meses de Diciembre y Enero.  Una vez  nacido y crecido una cuarta de altura, se escardaba y si tenía hierba se le quitaba con las manos. A esta faena se le conocía por escardar. Si no era año lluvioso, había que regarlo un par de veces. Una vez llegado a su madurez, su longitud  variaba pues los había de distintas clases; sus medidas oscilaban entre 60  y  110 centímetros, unos con mucha semilla otros con poca, unos cañigordos otros cañifínos.
    2º) Una vez llegado a su madurez se arrancaba a mano y se extendía en hileras en el suelo durante unos días hasta que estaba seco; se ataba en haces o gavillas de 12 a 15 kilos y se transportaba a la empresa que lo tenía contratado donde trabajaban mujeres y hombres. Las mujeres se dedicaban a una faena como la de enmañar o lo que es igual convertir los haces en mañas (la maña era un manojo de lino que pesaba de 1 a 3 kilos). De un haz o gavilla se sacaban 5 o 6 mañas.
      3º ) Una vez convertidos los haces o gavillas en mañas se pasaba a desemillarlo que consistía en separar la semilla de la mata o tallo por medio de una agramadora o machacadora. Era una herramienta de madera formada por dos tablas gruesas, una fija con patas y otra movible que golpeaba sobre la fija cogiendo entre las dos tablas las garigolas de una maña hasta dejarla limpia de estas o lo que es igual limpia de semilla. La semilla estaba envuelta por una garigola hueca del tamaño de un garbanzo y en su interior tenia varias semillas muy parecidas al alpiste pero de color marrón brillante. Cada mata o tallo tenía varias ramitas en su copa y estas a su vez una o dos garigolas, lo que hacia a las mañas más voluminosas del extremo asemillado.       De esta semilla llamada Linaza se obtenía un aceite lubricante muy valioso que también se utilizaba en la industria de la Pintura.
      4º)  En cuanto a la mata o tallo, una vez desemillado se  ataba en haces y se metía en la alberca en filas muy bien ordenadas. A esta faena la llamábamos enredar alberca. Cuando la alberca estaba completa de lino se procedía a llenarla de agua. Una vez llena se echaban  piedras muy gordas con un peso de entre, 20 y 30 kilos.  Esto se hacia para que el lino quedara cubierto totalmente por el agua, lo que garantizaba el cocido del lino todo a la vez.

Fotografía: hombre despajando lino. Armilla 1941. Archivo Pepe Morenilla

EL LINO ( II)

       Una selección de recuerdos de Pepe Morenilla
          Todos los linos no tenían el mismo tiempo de cocción, pues mediaba muchos factores: el lino, cañigordo, cañifino, temperatura del ambiente. En verano tardaba menos tiempo en cocerse que en invierno. El tiempo de cocción oscilaba entre 8 y 20 días. El encargado de este trabajo tenía que  ser una persona con mucha sabiduría en esta materia pues si se pasaba en el tiempo de cocción podía echar a perder todo el lino que había en la alberca pues solo servía para estopa. El motivo del cocido del lino era el que la pulpa llamada agramiza se desquebrajara y poder separar la agramiza de la fibra.
       5º)En época más antigua los haces o gavillas eran más grandes de 10 o 12 mañas. Años después los haces o gavillas eran más pequeños: de 6 mañas. Esto tenía su motivo: los haces grandes resultaban de sacar el lino con la alberca llena de agua; los hombres metidos en ella hasta las rodillas, los sacaban maña a maña.  Los haces mas pequeños se obtenían tras vaciar la alberca de agua;  el camión entraba dentro de la misma y un equipo de 6 hombres (3 por el lateral derecho y 3 por el lateral izquierdo) tardaban en cargarlo alrededor de 10 minutos; lo llevaban a una explanada muy grande donde descargaba el camión sin parar de andar muy despacio. Los mismos 6 obreros (2 por un lateral, otros 2 por el otro lateral y los otros 2 por la trasera del camión), tardaban en descargarlo alrededor de 5 minutos. Cuando terminaba de descargar, detrás del camión quedaba una solera de lino extendido impresionante; allí había una cuadrilla que algunas veces llegaban a ser  hasta de 40 obreros. La  faena que estos obreros tenia que hacer era empinar el lino que consistía en poner las mañas de pie en forma de tienda india en miniatura para que se secara.
    
6) Una vez el lino seco, después de cocido, se machacaba. En la antigüedad se hacia  a mano con una maza de madera poniendo una maña de lino sobre una gran piedra y golpeándole continuamente hasta tener la maña; años después se hacia con máquinas con rulos de madera y posteriormente con rulo de hierro. De esta faena pasaba a la que esta haciendo el trabajador de la fotografía que se llama despajar lino y consiste en separar la paja o agramiza de la fibra con la herramienta que tiene en la mano derecha y que se llama espadilla y el caballete donde esta apoyando la mano izquierda en la que tiene un manojo de lino al que se conocía por varios sobrenombres : mono, mazo. Y por ultimo se hacia alpacas que consistía en meter el lino despajado en una prensa y hacer unos paquetes grandes  los cuales se llamaban Alpacas. (Hasta aquí todas las faenas las he vivido yo personalmente).
      7º)  Y ya después pasaba al taller de hilado y de ahí al taller de pintado y después al taller de confecciones( Trabajos o Faenas Desconocidas por un servidor).

                                                                                                                       
   Fotografía: Niños trabajadores del lino. Churriana 1952. Archivo Pepe Morenilla