Una crónica de José María Sánchez Osuna publicada en su blog http://jomasaos.blogspot.com.es.
A
continuación se detallan algunos de los platos que he podido encontrar después
de mucho rebuscar entre vecinos, cocineros y "entendidos" del pueblo.
Toda
costumbre de un lugar va acompañada de una cultura en el arte del buen comer y
beber. Armilla no iba a ser diferente a los otros pueblos del mundo. Aunque
puede suceder, que la mayoría de los armillenses no se hayan dado cuenta de que
poseen esa una rica cultura gastronómica.
Una saber
culinario que desarrollan en sus fiestas populares y días grandes sin darle la
mayor importancia, pero que quizás para la persona que viene de fuera sea un
hacer cultural o gastronómico que merece la pena apreciar.
Normalmente
estos platos suelen ser de una gran sencillez en su preparación y condimentos.
Son platos típicos de pueblo que encierran la base de la ciencia en esta
ciencia.
Los platos
populares de Armilla suelen ser los mismos que los de Granada, debido a la
proximidad de ambas poblaciones. Espero que ese dato no influya en el ánimo del
armillense que lea este libro pues la importancia de los lugares no se mide por
el tamaño, si no por la ilusión, el amor y el orgullo de sentirse del lugar.
RABO DE TORO.
Una vez
comprados los rabos de toro, a ser posible dos, se limpian de grasa y se parten
en trozos para ponerlos en una olla.
A
continuación, pelamos, cortamos muy finamente y freímos un kilo de cebollas en
abundante aceite. Una vez sofritas las cebollas las añadimos a la olla con los
rabos.
Picamos unos
cuatro dientes de ajo, conjuntamente con cuatro tomates rallados y sin piel.
Además, añadimos algo más de medio kilo de zanahorias cortadas en trozos, así
como la misma cantidad de guisantes desgranados. No se nos debe olvidar poner
pimienta, azafrán y un poco de sal.
Ponemos la
olla al fuego y rehogamos el conjunto durante unos quince minutos, removiéndolo
de vez en cuando para que no se nos peguen los ingredientes.
Añadimos
medio litro de vino, de Montilla, y tapamos la olla. Dejamos que hierva el
guiso a fuego lento durante unas dos horas aproximadamente hasta que veamos que
los rabos estén tiernos.
Una vez
cocido, dejar reposar otras dos horas. Pasado este tiempo freímos unas patatas
en trozos y se las añadimos a la olla. Calentamos al fuego lento y servimos.
Es un plato
para tomar entre cuatro personas.
TORTILLA DEL SACROMONTE.
Esta receta
está pensada para que la compartan seis personas. Lo primero que hemos de hacer
es preparar una olla con agua, no mucha, y sal. Añadimos al recipiente los
sesos de dos corderos y las criadillas de uno de ellos. Los dejamos cocer
durante cinco minutos.
Una vez
apartados les quitamos la piel y los freímos ligeramente en aceite. Dejamos que
se enfríen y cortamos todo en trozos pequeños.
En la misma
sartén, y con el mismo aceite, freímos un pimiento morrón (de lata) que
anteriormente habremos cortado a trocitos y un par de puñados de guisantes,
previamente cocidos.
Añadimos los
sesos y la criadilla y dejamos que se rehogue todo junto unos minutos.
Ha llegado
el momento de batir los seis huevos, uno por persona, y sazonarlos, para así poderlos
mezclar con el resto de los ingredientes.
En otra
sartén, algo mayor, ponemos un poco del aceite caliente del que haya sobrado
anteriormente, y hacemos la tortilla. Debe quedar dorada por fuera y jugosa por
dentro.
HABAS CON JAMON.
Debemos
procurar que algún amigo nos regale unos cinco kilos de habas. Aunque nosotros
tengamos que pelarlas.
En una
cazuela con aceite, rehogamos unos ciento cincuenta gramos de jamón serrano
cortado en trozos pequeños. Una vez en su punto, lo apartamos. Y en su lugar agregamos
una cebolla pelada y picada, un par de dientes de ajos partidos en trocitos y
las habas.
Lo cocemos
al fuego lento hasta que las habas estén tiernas, unos treinta minutos. Cuando
veamos que se aproxima el final de la cocción añadimos una poca de sal y el
jamón rehogado. Listo para servir y comer.
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