El Hogar del Pensionista, la Biblioteca Pública Municipal y la Casa de la Cultura y del Deporte.

Una crónica de José María Sánchez Osuna publicada en su blog http://jomasaos.blogspot.com.es.




El Hogar del Pensionista, la Biblioteca Pública Municipal y la Casa de la Cultura y del Deporte.


            En 1984 el Ayuntamiento de Armilla decide aprovechar unos terrenos que tenía, ubicados en la Plaza de la Constitución, para la construcción de un edificio que diera cabida a los distintos estamentos que dan nombre al capítulo. Para ello contrataría los servicios técnicos del arquitecto don Manuel Leyva Romero que rápidamente comenzó a realizar un proyecto.

              El Sr. Leyva especuló que el diseño que iba a llevar a cabo debería de ir en consonancia con la cultura y los gustos del pueblo, conviniendo crear una edificación con un estilo propio y singular, pero que a su vez derivara de la arquitectura granadina con reminiscencias árabes. Se debería conseguir que el edificio una vez finalizado no desentonara con los de su entorno.

              Es en 1986 cuando se finalizaron las obras. Y en el recuerdo de los armillenses quedarían las antiguas eras empedradas, donde año tras año los labradores aventaban las mieses, mientras sus mujeres ponían a secar, en los espacios libres, aquellas sábanas blancas que con anterioridad habían sido lavadas en el antiguo pilar.

            El esfuerzo del Ayuntamiento valió la pena. Se había erigido una edificación, plenamente satisfactoria, en función de las necesidades del pueblo y acorde con la cultura arquitectónica andaluza.

             Si accedemos al edificio por su puerta principal, observaremos, nada mas subir, el bello patio andaluz que sirve de centro medular y nexo para la entrada a los diferentes centros que componen la obra. Es agradable y curioso el lugar, pues en él se aprecian una gran interrelación de personas, a la vez que un estar muy acorde con nuestra idiosincrasia andaluza. La obra está acabada con un refinado gusto típico de arquitectura granadina de tiempos pasados, montando azulejos arabescos en el zócalo, junto con las piedras traídas de Sierra Elvira para la solería y columnas, además de los motivos realizados con guijarros que se pueden percibir junto a la fuente central.

         Desde el patio podemos llegar a la Biblioteca, que está situada en el extremo derecho del edificio, hacia la calle Real. Es el lugar más resguardado y tranquilo de la edificación, con dos plantas, una de ellas en semisótano dando cabida a gran cantidad de obras literarias de excelente calidad. Esta biblioteca está reconocida como una de las más completas que existen a nivel provincial.

              En el otro extremo del patio se halla situada la cafetería, unos salones para la tercera edad y el Hogar del Pensionista.

                 En la segunda planta, a la que hay que acceder por las escaleras principales, que se encuentran junto a la entrada, nos encontraremos con la Casa de la Cultura y del Deporte, el Salón de Actos y algunas dependencias de menor relevancia. Para recorrer esta planta habremos de bordear el patio de luz, que desde esta perspectiva realza la belleza interior del edificio. Es así, como llegaremos a un pasillo lateral que da acceso a las escaleras que nos conducirán a la torreta situada en la esquina del inmueble entre la Carretera Nacional y la Plaza de la Constitución.

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