Una crónica de José María Sánchez Osuna publicada en su blog http://jomasaos.blogspot.com.es.
Iglesia
Parroquial de Nuestra Señora del Rosario.
En el centro
del pueblo, junto al Ayuntamiento y en la misma Plaza de la Constitución, se
encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Es un templo joven y sin
apenas historia, su construcción data de 1989.
El exterior
del edificio puede pasar inadvertido para nuestros ojos si no le prestamos
cierta atención, pues el conjunto que rodea el entorno se presta a ello, al ser
todos los edificios de muy reciente construcción. Aunque si nos sentamos en
alguno de los bancos que hay instalados en la plaza y nos fijamos con detalle
en la Iglesia, podremos entonces darnos cuenta que hay belleza en su estructura
y en sus líneas.
Son perfiles
que conforman un vasto paralepípedo de estructura cúbica o trapezoidal, según
el ángulo desde el que la observemos. Pero quizás el punto más destacable sea
la torre situada en la fachada principal, rematada, en la cúspide, por una
sencilla cruz de regular dimensión.
El interior
del templo es de una sencillez extrema, aunque no por ello deja de tener un
gran encanto y sobre todo una belleza fresca y renovada. Los bancos bien
alineados y espaciados, sobre una solería de gres de Castilla y el techo de
madera formado por placas relaminadas sobre rastreles, invitan al recogimiento y
la oración.
Accediendo
desde la entrada principal por una puerta, y tras subir una escalera podremos
ver el coro, y darnos cuenta desde esta perspectiva de las singulares y
extravagantes lámparas que cuelgan del techo. Si recorremos el pasillo lateral
de esta planta, observaremos en el altar las dos imágenes que regentan el
templo: un Cristo crucificado del tallista Sánchez Mesa y una imagen de Nuestra
Señora del Rosario a la que se le profesa una enorme devoción y amor en el
pueblo.
Esta obra,
del arquitecto Sr. Álvarez Puerto, me impresiona conforme la voy descubriendo.
Las instalaciones complementarias han sido pensadas y diseñadas teniendo en
cuenta los tiempos actuales y sobre todo a la juventud. Así podemos descubrir
en el semisótano, un salón de actos con la misma capacidad que la propia nave
principal, o bien una sala audiovisual. Sin olvidar la pequeña biblioteca en la
que se pretende que los jóvenes tomen conciencia de hermandad y grupo.
Para
finalizar mencionaré un detalle con encanto. En la torre no existe un reloj que
marque las horas, ya que lo tiene el Ayuntamiento que se encuentra situado a
unos metros, pero sí tiene esta flamante atalaya unas campanas electrónicas
sincronizadas con el reloj del edificio municipal.
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