CAMPANAS AL VUELO.


Una selección de recuerdos de Antonio Morenilla Martín.




     

















                                                                                                                                                                                             Actualmente creo que las campanas de la iglesia de S. Miguel se tocan automáticamente, pero en nuestra época, de zagalones, nos pegábamos pro subir a la torre a voltearlas para que replicaran de verdad. Era espectacular. Una sensación increíble que recuerdo con total nitidez. ¡Tolón, talán, tolón..! La cuerda te hacía casi volar…¡ Y hasta la torre se movía !


             Había que tener mucho cuidado porque con la parte de madera de la campana, te podías golpear si no estabas bien compenetrado con tu compañero( para tocar una campana se necesitaban dos personas). Las campanas de la iglesia tendían su nombre y todo: “La Gorda” (la más grande), “ La Denmedio” ( la mediana) y “ Tilín” ( la más pequeña).


         “La Gorda” sólo se echaba a volar en casos especiales y en días grandes como el de S. Miguel y el Domingo de Resurrección y ahora que vivo tan lejos de Armilla, llevo ya mucho años en Barcelona, cuando llega un día de esos, tan de mi infancia y primera juventud, esas campanas, las campanas de S. Miguel vuelven a repicar con fuerza dentro de mí.



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